La máxima goleada del clásico


En el fútbol como en la vida no hay lógica, pero si hablamos del clásico Independiente y Racing y nos preguntamos quien posee la mayor goleada sobre su rival, la respuesta si se hace lógica: No podría ser otro que el CA Independiente. Fue en una jornada gloriosa del campeonato de 1940 en la que el Rojo pudo doblegar a su rival de toda la vida por un 7-0 histórico.

Raúl Leguizamón, Centre-Half de Independiente
que inicio el camino de la histórica goleada
Este fue, es y por lo menos suponemos que por un largo tiempo más, seguirá siendo el resultado más abultado conseguido en el clásico de Avellaneda. Un 7 a 0 inobjetable, entre Independiente que fue el local y Racing, con triunfo de los Diablos en ésa ocasión.

Corría el 3 de noviembre de 1940, en el marco de la 27° fecha del certamen de ese año. A pesar de que la primera mitad terminó solamente con ventaja de dos tantos, provenientes de Leguizamón y Erico, a los 41 y 43 minutos en cada caso, iba a encontrar las llaves del gol mucho más seguido en los cuarenta y cinco restantes.

El Rojo apretó el acelerador en la parte final y consiguió esos otros cinco goles que llevaron a una goleada única en la historia de este duelo tan especial. Los que completaron este resultado fueron Juan José Zorrilla en dos ocasiones (a los 13 y 40 de juego), Vicente De la Mata también aportó un doblete (a los 15 y 42 minutos) más otro de Arsenio Erico a los 44 del segundo tiempo.

Para Independiente, jugaron: Fernando Bello; Manuel Sanguinetti y Sabino Colleta; Luis Franzolini, Raúl Leguizamón y Celestino Martínez; Juan José Maril, Vicente De la Mata, Arsenio Erico, Antonio Sastre y José Zorrilla. El equipo en aquél entonces era dirigido por Guillermo Ronzoni. Mientras que para la Academia jugaron: Albino Risso; José Salomón y Héctor Vidal; Raúl Santiso, Héctor Narvarte y José García; Juan Ángel Devizia, Zito, Delfín Benítez Cáceres, Atilio Fila y Enrique García. Conducido desde la banca por Emilio Firpo.

Se sospechó que los jugadores de La Academia no habían puesto toda su voluntad a la hora de jugar el partido, conjeturas que sacó la propia dirigencia del equipo. Lo cierto es que el Diablo no perdonó, goleó, gustó y se floreó adelante de las narices de su archirrival, decretando la mayor goleada de todas.




Seguinos en Facebook

0 comentarios: